Edith Meza es dueña de Finca Tasta y es símbolo de lucha y perseverancia, ya que a lo largo de esta aventura cafetera le dijeron que no podría con ello y que las mujeres no servían para negociar, ni para vender.
Pero nuestra ingeniera alimentaria Edith Meza no se rindió. Mucho menos cuando le dijeron que no le iría bien produciendo café o haciéndose cargo de un terreno en Satipo, donde más de mil familias viven de la producción de este grano. “Me dijeron que las mujeres no sirven para producir café y les demostré lo contrario”, se refiere sonriendo con sarcasmo al pasado.
A continuación, acompañarnos a seguir conociendo más de este gran ejemplo y de nosotros, Finca Tasta. ¡Atención cafeteros!
Finca tasta: una historia inolvidable
Desde siempre Edith Meza se caracterizó por ser una persona muy proactiva, con gran iniciativa y mucha fortaleza para superar los obstáculos que se le han podido presentar en el camino.
Su historia se remonta en la ciudad de Huancayo, donde ella nació, pero sus padres son de Santo Domingo de Acobamba, y al casarse ellos decidieron migrar y vivir en Huancayo. Desde pequeña fue una persona luchadora porque al nacer descubrieron que tenía un problema en el corazón, tenía soplo en el ventrículo derecho y por ello decidieron realizarles una operación a los 14 años, lo que posterior a ello, le provocó muchos problemas al correr y respirar, pero aun así sus papás le inculcaron la independencia y hacerle saber que ello no debía limitar sus objetivos.
Otro de los sucesos lamentables en su vida, fue la muerte de su padre, ya que sucedió al mismo tiempo que la muerte de su tío y su prima a causa de un problema automovilístico.
Posterior a ello, su familia materna decide emigrar a Satipo y empezar a dedicarse al cultivo de café, lo cual atrajo la atención de la madre de Edith, puesto que siempre los visitaba.
A raíz de uno de los viajes que ejecutaba la madre, fallece y con ello deja a los hermanos Meza en una gran tristeza, pero deciden no vender la chacra de su madre y les nace por iniciativa propia empezar a investigar sobre el café. Edith, tras estar más interesada en el mundo cafetero, decide dejar su tierra natal para ir a Lima a aprender y capacitarse sobre el café.
En su estadía en Lima aparece la International Trade Centre y mandar una convocatoria a nivel mundial, donde Edith decide aplicar y obtuvo una beca, siendo la única peruana que ganó esa beca, la cual consistía en una mentoría y una rueda de negocios en Estados Unidos en la feria más importante de café de especialidad.
Finca Tasta: amor por el café y el medio ambiente
Finca Tasta posee 23 hectáreas, desde que la madre de Edith adquirió las chacras. Ella sembró 12 tareas y una casita, pero con el pasar de los años los hermanos Meza implementaron algunas construcciones. Actualmente, posee 10 hectáreas de café y lo demás se mantiene como áreas naturales porque tenemos como objetivo encontrar el balance entre nuestro trabajo y el respeto por los que viven ahí, los animales.
Edith, una mujer emprendedora
Cuando Edith decidió vivir en Satipo, sabía que un largo camino de lucha la esperaba, ya que la mujer no era respetada, no había mujeres que hacían sus negocios, por ello tuvo que hacerse valer primero con su gente a la que contrataba.
En el 2015, Finca Tasta recibe un reconocimiento como nuevo exportador y también un reconocimiento por innovación, además, en ese mismo año uno de los clientes de Estados Unidos manda el excelente café a una revista especializada y evalúan el café con 93 puntos, lo cual es un gran orgullo para nosotros.
Nuestro café se encuentra en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Dubai y se espera que en muchas más partes del mundo. Por ello, Finca Tasta tiene como meta ser un centro de investigación y desarrollo de nuevos procesos y así empoderar a las mujeres y los productores para que se sientan orgullosos de trabajar con tierra peruana.
¡Acompaña a Finca Tasta en esta aventura!
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Fuente: El comercio
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